viernes, enero 07, 2005

Tengo el corazón con agujeritos

La verdad que hubiese preferido comenzar mi primer editorial del año de otra manera. Con alguna nota de humor, con algún mensaje de esperanza, lo que sea, menos con esto. Y es que el corazón se reciente y la razón se desconcierta cuando ocurren cosas como las que sucedió este fin de año en la boliche "la república de Cromagnón".

Según la últimas noticias de los diarios, a hoy 07/01/05, la cifra de muertos asciende a 189 jóvenes, entre los cuales el 40 % aproximadamente no pasaba los 18 años. Pero no basta que el número de estas crezca para decir que se trató de una verdadera tragedia, hubiera bastado con tan solo la muerte de una persona, para calificarla de esta manera. No es la primera vez que esto ocurre en nuestro país, ya pasó hace algunos años en una discoteca de Olivos, dónde murieron, también, gran cantidad de chicos por negligencia, no de algunos, sino de todos...

Y es que lo que ocurrió en República de Cromagnón" es la síntesis de lo que nos sucede como sociedad, como país. Por un lado tenemos la falta de educación. Jóvenes sin una formación cultural sólida, que les permita tener dos dedos de frente para discernir lo que está bien y lo que está mal. Nadie esta pidiendo que salgan jóvenes Einstein de las escuela, simplemente seres humanos con capacidad de razonar lo suficiente como para darse cuenta que el piso de un baño público no es el lugar adecuado para dejar a sus hijos en guardería, y algo más simple aún, que encender una bengala en un lugar cerrado y altamente inflamable es sinónimo de muerte. Tenemos una generación de jóvenes perdida, sin respeto por la vida, tanto la suya como la de los demás.

Continuando con este cóctel mortal, está el empresario poco escrupuloso, que con tal de vender más, permite el ingreso de personas a las instalaciones de su boliche, tres veces más de la capacidad permitida, y como si esto fuera poco, que las salidas de emergencias estuvieran cerradas y sin señalizar. De mi punto de vista, le cabe muchas responsabilidad en el asunto, pero no es el único...

Finalmente, en el otro extremo de la lista, están los agentes municipales encargados de la habilitación de la discoteca y su periódico control. Ellos son tan responsables de lo ocurrido, como el dueño del lugar, como del inconsciente que encendió la bengala. Estos agentes del orden, deben velar por la seguridad de los ciudadanos y es su deber , hacer las inspecciones correspondiente, aunque trabajar, sea más agotador que recibir una coimas. Y aquí es dónde llegamos a la punta de la pirámide, en dónde la responsabilidad también le compete al jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, no por lo ocurrido, sino por permitir este tipo de práctica, tan común en sus colaboradores.

Por tres días, el país estuvo de luto, los medios de comunicación explotaron de información amarillista y miles de madres se agarraron la cabeza, porque sus hijito de 12 años, habían estado esa noche en el boliche.... Sinceramente, a pocos días de cumplir 30 años, aún no entiendo como funciona nuestro consciente colectivo. No se para que lado va nuestra sociedad, nos preocupamos por valores tan superficiales que dejamos de lado los verdaderamente importantes.


Por eso, estimado/a amigo/a lector, brindo por que todo esto no caiga en saco roto y tomemos conciencia que sin educación, amor por la vida y respecto al prójimo no vamos a llegar a ninguna parte...

MAJOFA®

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