viernes, abril 30, 2004

Argentina año cero

Ayer por la mañana estaba leyendo el diario y mire con asombro las nuevas medidas que el gobierno pretende imponer para ahorrar energía. Básicamente, lo que plantea es un sistema de premios y castigo. Aquel que consuma menos, en igual período que el año pasado, verá un ahorro en su factura; pero aquel que haya consumido de más, será castigado con un incremento de casi el 95% por cada metro cúbico de consumo extra. Para que se de una idea, la relación será, por cada peso de premio, siete de castigo.

Asimismo, leí no hace mucho, un poquito asustado, que a la industrias desde hace tiempo se les viene cortando el suministro eléctrico y de gas porque no se las puede abastecer. Ahora, o vivo en otro planeta, o soy medio idiota, o definitivamente estoy tan acostumbrado (como el resto de ustedes) a que me tomen por estúpido, que la aberración más grande dicha, la tomo como algo cotidiano, la dejo pasar y no me doy cuenta del terreno que de a poquito vamos cediendo como ciudadanos.

Si hay algo que me molesta, es tener que escribir editoriales respecto a temas de política, pero la tomada de pelo a veces llega a tal punto, que necesito hacer catarsis por alguna parte. Aún, y pese a tener casi 30 años, no termino de entender cómo es que funciona el inconsciente colectivo del pueblo argentino, por eso, quisiera compartir algunas preguntas con todos ustedes: ¿Hasta cuándo vamos a dejar que nos sigan tomando por boludos? El problema no es de la clase dirigente, sino nuestra; nuestra que nos dejamos tratar como tales. Ellos hacen su negocio, montan su espectáculo, sacan al ruedo a sus payasos y ¡gualá! el circo factura...

De ser amigos de todo lo extranjero, ahora, se nos quiere inculcar un férreo amor por todo lo nacional. Cada vez que voy al super, a una casa de ropa, o hasta un negocio de electrodoméstico, veo como los productos lucen con orgullo la insignia "Hecho en Argentina". Desde ya que no me parece mal, me encanta que crezca la industria nacional y que defendamos con uñas y dientes todo lo nuestro, pero, necesitamos hacerlo en serio y no como parte de una campaña publicitaria orquestada desde el actual gobierno.

Si realmente les interesa, a nuestros gobernantes, que la industria produzca, ¿porqué cortarles el suministro energético a las fábricas?; o lo que es peor aún, ¿porqué hacer a que aumenten sus costos obligándolas a pagar por combustibles más caros, como es el uso del fuel-oil, por ejemplo? Siempre se dice que las pequeñas empresas son la base de la economía, los comercios toman mucha mano de obra; entonces, ¿porque castigar a un pobre tipo que su puso un ciber y que le fue tan bien que compró nuevas máquinas, con un incremento de casi el 100% en la tarifa de la luz? ¿Qué tenemos que hacer? ¿Volvemos al calentador de kerosene y a la plancha de carbón???

Creo que esto es solo la punta del iceberg de lo poco que nos queremos a nosotros mismos, de lo poco que nos respetamos como pueblo, de lo poco nos importa las instituciones, etc. En fin...¿Qué quieren que les diga? Me encantaría seguir charlando con ustedes, pero la nota se está poniendo un poquito extensa, se está haciendo tarde y me estoy extendiendo con el uso de la computadora, así que me voy despidiendo, sino después me va a venir una cuenta de luz que ni les cuento...

MAJOFA®
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El artículo que hago mención apareció en Clarín en
http://www.clarin.com/diario/hoy/p-00301.htm
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viernes, abril 23, 2004

Esa Maldita costilla

En la actualidad, decir que vivimos en una sociedad machista es una redundancia. Los principales puestos de las corporaciones son ocupados por hombres, al igual que las altas esferas de gobiernos, trabajos de riesgo, etc. Es más, desde nuestra infancia se nos inculca que somos nosotros, los varones, los que tenemos que elegir una buena profesión y conseguir un empleo digno para poder mantener a nuestra familia. A las niñas, en cambio, se las van preparando en tareas domésticas, a ser madres y cosas similares. No obstante, en las siguientes líneas voy a tratar de desenmascarar esta supuesta "sumisión" en las que están inmersa las mujeres y voy a poner a la luz la verdad de la historia.

Viajando en el subte, al ver a mis pares vestidos todos con pesados trajes oscuros, muertos de calor en verano, muchas veces me he preguntado: ¿Porqué debemos ir a trabajar así? Si nos detenemos a observar tan solo un instante a nuestras amigas femeninas, podremos percatarnos que en verano van a sus trabajos con algo más que un paño al que llaman camisa, un pedazo de suela con dos tiritas a la que llaman sandalia y un pañuelo de color al que llaman pollera ¡Pero si unas hetairas griegas iban más vestidas que sus congéneres actuales, por favor!

Fue en ese momento que un halo de sabiduría surco mi mente y me hizo abrir los ojos. Inmediatamente me di cuenta que era víctima, al igual que el resto de los varones, de una muy aceitada estrategia de dominación maquinada a través de los tiempos por las mujeres. Ellas con su manera de ser, aparentemente frágil, infinitamente seductoras y maquiavélicas especuladoras, nos han hecho pensar que somos nosotros el sexo fuerte de nuestra especie. ¿Quién es el primer ser al que un hombre ve apenas nace? Sí mi amigo, nuestras madres; ahí tiene usted el primer eslabón de la cadena...

Contra ello nada podemos hacer, invulnerables como venimos al mundo, nuestra suerte está echada. Desde las primeras horas de nuestra existencia estamos a la merced de la voluntad femenina. ¿Nuestros padres? Ellos nada pueden hacer, los pobres ya están completamente domesticados...

Su labor nos es inmediata, lleva muchos años de trabajo abnegado y muchas veces no están solas en su cruzada. Tienen un batallón de aliados, tías, abuelas, primas, y lo que es peor, hermanas... Nos enseñan, a través de juegos, que debemos manejar autos, construir autopistas, idear máquinas, ir a la guerra, trabajar en la oficina como papá, edificar casas con "ladrillitos", jugar con herramientas; mientras que ellas se la pasan todo el día probándose ropa y jugando con su pequeño póney. Lo que es peor, últimamente he visto a madres que hacen jugar a sus hijos al cocinero, no va a faltar mucho tiempo para que aparezca como juego obligado, el tintorero y el mucamo...

Estamos programados para servirles, su plan funciona a la perfección, construimos edificios, manejamos autos, trabajamos en oficinas, vamos a la guerra, ideamos máquinas y hasta ya hay cocineros!!!!!! Por suerte, después de tamaña revelación, puede darme cuenta de sus planes y me fui corriendo a mi casa a cantarle las cuarenta a mi novia.Cuando llegue no la encontré y la vi acostada en la cama. La pobrecita estaba muy engripada y mirándome con esos ojitos de ensueño me dijo con una vocecita que caló hondo en mi corazón: "Me siento mal gordo..."

Sin dudarlo un instante corrí a la farmacia, le compré los remedios y le preparé una sopita de verduras; mientras ella comía, lavé la ropa sucia del canasto y limpié un poco la casa; mientras ella se bañaba, tendí la cama, después me acomodé a su lado y nos quedamos dormidos abrazados.


Por eso mis queridas amigas, mi más absoluto respeto, sabot (me saco el sombrero) y me rindo ante su inteligencia tan superior...

MAJOFA®

viernes, abril 16, 2004

Estimados amigos y amigas

Les comento que he actualizado este blog con nueva editorial y nueva sección. Los invito a que ingresen en el "top five", situado en la barra de navegación que está a la izquierda , y podrán ver un resúmen de todos los chiste publicados durante el mes de marzo y un pequeño homenaje a mi amiga del alma que se fue de este mundo hacia un lugar mejor.

Muchas gracias por visitarme y nos vemos la semana próxima si Dios quiere.

MAJOFA®
Cosa de hombre

El otro día, usted me entiende, decidimos juntarnos con los muchachos a cenar. Una típica cena masculina de amigos, sin noviecitas, esposas, amiguitas o amantes. Una de esas reuniones que se hacen, de vez en cuando, para poder sentirse uno mismo nuevamente y charlar de esos temas que tanto nos gustan a los hombres: las mujeres, el fútbol, los autos, y cuando ya promedia la segunda vuelta del café, de política y economía.

Como les contaba, el otro día, iba a reunirme con mis amigos en el bodegón dónde celebramos nuestros encuentros de costumbre, sin embargo, a uno de los muchachotes se le ocurrió cambiar de lugar para no hacer siempre lo mismo; entonces, propuso un lugarcito de esos que están de moda en "Palermo Hollywood”, así que hacia allí fuimos...

Debo confesar que, pese a no detenerme mucho para observar porque estaba llegando tarde como de costumbre, por lo que pude ver de reojo, el boliche feo no estaba. No era muy grande y estaba iluminado más para “trampa” que para una reunión de amigos, pero bueno, ya estábamos ahí.

Al entrar me atiende una señorita, muy mona ella, que me lleva a la mesa en donde estaban los “vagos”. Abrazos van, abrazos vienen, brindis van, brindis vienen, y luego que se nos acabara el pan con mantequita saborizada, nos preguntamos que había para comer. Con buen tino uno de los paladares mas entrenados del grupo sugirió una parrillada. Enseguida se armó un debate, que como íbamos a pedir eso en este lugar y que pare ello nos hubiésemos quedado en el lugar de siempre, pero después de mucho ver el menú “minimalista” que ofrecía la casa, nos decidimos por esa opción...

-Una preguntita: ¿La parrillada es abundante, como para cuatro personas? –exclamo uno de mis amigos-

-Obbbbvio, es requete abundante y van a quedar más que satisfechos –Contesto la señorita que nos atendía

Luego de esperar religiosamente cuarenta y cinco minutos por reloj y después de habernos llenado de sendas vueltas de pan con mantequita saborizada, llegó la parrillada... Bué, si se podría llamar parrillada a eso: Tenía dos chorizos, media morcilla, un pedacito de molleja, tres tiritas de asado y muchos vegetales al grille... De riñoncitos ni habla y mucho de menos chinchulines, es cosa asquerosa llena de grasa es re-out!!!! Pero quien le habrá dicho a esta gente que una parrillada lleva vegetales a la brasa, por Dios!!!!!!

Esta onda de reducir todo, “minimalista”, si se me permite ser reiterativo con el término, me tiene medio podrido y preocupa que se expanda hasta abarcar todo el abanico gastronómico de Buenos Aires. ¿Vio que la onda es achicar todo? Al Restorante, ahora se dice “Resto”; en lo gastronómico, el plato pesa más que la comida en sí; cuatro almohadones, tres sahumerios y un buen culo que te sirva es lo único que se necesita de infraestructura; eso sí, lo que no se reduce es la cuenta, que a la hora de cobrar te arrancan bien la cabeza. Por eso, cholito querido, discúlpanos y el mes que viene nos tendrás de nuevo por tus pagos.-

MAJOFA®

jueves, abril 01, 2004

"Sentir, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada..."

Los que ya me conocen saben que esta pequeña columna es un espacio que me dedico para hacer algún tipo de comentario acerca de la actualidad de nuestro país. Generalmente, trato de darle un tinte de humor a mis editoriales ya que el motivo de estas ediciones es para entretenernos y no para cargarnos con profundas conjeturas y cosas por el estilo. No obstante, el día de hoy me lo quisiera reservar para compartir con todos ustedes una pequeña reflexión.

Aprovechando que hoy se cumplen veinte años de la guerra de Malvinas no quise dejar pasar esta oportunidad para preguntarme en que cambiamos los argentinos desde entonces. Al margen de los justos reclamos de soberanía de nuestro país sobre las islas, la guerra en si, fue una total y absoluta pantomima que se cobró la vida de muchos hermanos.

El haber perdido esta guerra, fue la columna que faltaba romperse para que monstruo de la dictadura pronunciara su voluntad de retirarse del gobierno y ceder el mismo a un gobierno civil, un gobierno democrático. Todavía recuerdo con mucha alegría la fiesta cívica que fue esa elección. La cantidad de gente que movilizó cada uno de los candidatos, tanto el Dr. Raúl Alfonsin como el Dr. Ítalo Argentino Luder, la misma gente que, tal vez, un par de años antes fuera a la plaza de mayo a gritar al lado del borracho dictador "Los vamo a reventar, los vamos a reventar...", en clara alusión a los ingleses por la guerra de Malvinas.

Aquellos pasó, los muertos pasaron y atrás quedaron tantos años nefastos de dolor y sangre que mancharan a nuestra querida Argentina. Podemos estar o no de acuerdo con la ideología de cada uno de los presidentes que se sucedieron desde entonces, pero mal o bien fuimos creciendo en democracia; equivocándonos en democracia; caminando siempre hacia adelante, en democracia.

Debo confesarles que lo sucedió las últimas semanas en materia política me asusta un poco. Hay cosas que daba por sentado que habían quedado enterradas en las arenas del pasado, creí que las antiguas heridas de guerras habían sanado, creí que finalmente habíamos madurado de ese "demagogismo argento" al que tan acostumbrados estuvimos los argentinos generación tras generación, pero me equivoqué...


Cualquier persona más o menos informada, tiene conocimiento del circo mediático que armó el gobierno en torno de la ESMA y su entrega para la creación del Museo de la Memoria ¿Para qué? ¿Para que casi una semana después la señora que preside la Asociación Madres de plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, diga con absoluto descaro, después de haberse abrazado con el presidente actual: Que repudia la creación del museo de la memoria porque en él no estarán exhibidos los fusiles FAL con los que "luchaba" su hijo?


El caso lo seguí con mucho detenimiento. Presté atención a cada una de las declaraciones. Escuché como unos jóvenes, de no más de 18 años cada uno y condenados a ser eternos estudiantes facultativos, reclamaban el "no pago de la deuda" en medio del acto por la memoria. Vi a "Solita" desgarrándose una teta de silicona de dolor. Oí decir al gobierno, conjuntamente con organizaciones no gubernamentales y algunas voces de la izquierda más intransigente decir: "El 24 el pueblo se va a expresar en la calle, porque lo que estamos haciendo es respetar la voluntad del pueblo."


"Respetar la voluntad del pueblo..." ¿Cómo en 1976? ¿Cómo en 1984? ¿Cómo en el 2001, cuando pedimos que se vayan todos y todos se quedaron? ¡Déjense de joder! ¡La voluntad del pueblo estuvo plasmada ayer en el congreso en la marcha de repudio por el asesinato del chico Axel Blumberg, y de otros tantos Axel, cuya sangre fue partida a jirones por asesinos, carajo!!!

El pueblo quieres comer, educarse y crecer. Crecer significa mirar para adelante aprendiendo, desde ya, de los errores y horrores del pasado. Los muertos se honran y su recuerdo debe vivir en nuestra memoria, no los van a revivir cuatro paredes de mierda de un predio, ni el interés mezquino del administrador de turno del circo de la política argentina.

Por eso, esta mi reflexión, crezcamos de una vez, desarrollémonos como pueblo, como país, como seres humanos. Para que no haya mas muertes absurdas, tanto de un bando como del otro. Aprovechemos esta fecha para tomar conciencia de lo que realmente queremos ser y honremos la memoria de nuestros muertos de la mejor manera posible, siendo grandes de veras, para que sus muertes no hayan sido en vano.

MAJOFA®