viernes, junio 18, 2004

El tiempo pasa...

Es increíble como pasa el tiempo y no nos damos cuenta. Si me preguntan si noto alguna diferencia con respecto a cuando era mas chico, les digo que no. Interiormente me siento el mismo, con el carácter un poco mas forjado por los años, pero en esencia el mismo. Sin embargo, cada mañana al levantarme, el espejo me devuelve una imagen completamente distinta.

Te das cuenta que empezás a envejecer cuando la gente que te parecía grande empieza a ser anciana, cuando te encontrás esclavo de un montón de responsabilidades, cuando las decisiones empiezan a pasar por vos, cuando tu sueldo es mas abultado, cuando los adolescentes, de 15 años, te empiezan a decir “señor”.

El miércoles pasado fuimos con mi novia a ver “Harry Potter y el prisionero de Azkaban” (comentario al margen, muy buena película la recomiendo), estábamos en la cola para ingresar a la sala y uno de los nenes, que eran como quinientos, me pregunta sobre cuál película íbamos a ver. –Harry Potter, le dije- y el niño me miró con cara de desconcertado, como si algo faltara. –¿Ustedes dos solos van a entrar?, me preguntó- Por supuesto, soy fanático, le respondí-

Imagínense la cara de la criatura, no podía entender como este sujeto de 94 kilos, barbudo y con voz de grabador con poca pila, podría osar compartir su afición. Desde su punto de vista, supongo que el niño habrá deducido que se trataba de algún primo lejano de “Hagrid” (el gigante profesor de criaturas peligrosas y amigo de los protagonistas ) que venía al estreno a ver a su pariente y por eso decidió terminar la conversación ahí.

No obstante, y pese a negarme a envejecer, o a darme cuenta al menos que me estoy convirtiendo en adulto, debo reconocer que los abriles se siguen acumulando. Cuando se es joven y te reunís con amigos, hablas de los faraónicos proyectos que cada cuál tiene para su vida; te juntás a jugar al fútbol cuatro veces a la semana, inclusive los sábados, y después de una ducha, te vas a bailar como si nada; nunca hablás de novia, sino de “amigas”. En cambio, cuando el tiempo hace su trabajo, las reuniones se centran en las anécdotas pasadas, repetidas una y otra vez hasta el cansancio, como si recordándolas, pudieras vivirlas de nuevo. El fútbol su juega, con suerte, una vez por semana, el jueves, así te queda el viernes para descansar; las amigas desaparecen, se convierten en novias, y las novias, en esposas...

Sin embargo, descubro que cada etapa de la vida tiene su encanto. Si bien ya no puedo darme el lujo de hacer las “cosillas” de antes, empiezo a sentirle el gustito a esto de la madurez. Creo que de alguna manera es como realizar el sueño del pibe. No tengo que pedir ya tanto permiso para hacer lo que quiero, tengo independencia económica y en el fondo sigo disfrutando, y sorprendiéndome, de las mismas cosas que antes. No hace mucho una personita me dijo, que la diferencia entre el niño y el hombre, radica en el precio de sus juguetes y nada mas cierto que ello...


MAJOFA®
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Como cada semana les alcanzo una curiosidad para que se entretengan un ratito más. Esta vez les acerco, por el mismo precio, un jueguito de lo más adictivo. No es gran cosa, pero te engancha. A probarlo y espero que lo disfruten http://www.ridiculopathy.com/crappy_flash_games.php?gamename=swinger

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