jueves, abril 01, 2004

"Sentir, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada..."

Los que ya me conocen saben que esta pequeña columna es un espacio que me dedico para hacer algún tipo de comentario acerca de la actualidad de nuestro país. Generalmente, trato de darle un tinte de humor a mis editoriales ya que el motivo de estas ediciones es para entretenernos y no para cargarnos con profundas conjeturas y cosas por el estilo. No obstante, el día de hoy me lo quisiera reservar para compartir con todos ustedes una pequeña reflexión.

Aprovechando que hoy se cumplen veinte años de la guerra de Malvinas no quise dejar pasar esta oportunidad para preguntarme en que cambiamos los argentinos desde entonces. Al margen de los justos reclamos de soberanía de nuestro país sobre las islas, la guerra en si, fue una total y absoluta pantomima que se cobró la vida de muchos hermanos.

El haber perdido esta guerra, fue la columna que faltaba romperse para que monstruo de la dictadura pronunciara su voluntad de retirarse del gobierno y ceder el mismo a un gobierno civil, un gobierno democrático. Todavía recuerdo con mucha alegría la fiesta cívica que fue esa elección. La cantidad de gente que movilizó cada uno de los candidatos, tanto el Dr. Raúl Alfonsin como el Dr. Ítalo Argentino Luder, la misma gente que, tal vez, un par de años antes fuera a la plaza de mayo a gritar al lado del borracho dictador "Los vamo a reventar, los vamos a reventar...", en clara alusión a los ingleses por la guerra de Malvinas.

Aquellos pasó, los muertos pasaron y atrás quedaron tantos años nefastos de dolor y sangre que mancharan a nuestra querida Argentina. Podemos estar o no de acuerdo con la ideología de cada uno de los presidentes que se sucedieron desde entonces, pero mal o bien fuimos creciendo en democracia; equivocándonos en democracia; caminando siempre hacia adelante, en democracia.

Debo confesarles que lo sucedió las últimas semanas en materia política me asusta un poco. Hay cosas que daba por sentado que habían quedado enterradas en las arenas del pasado, creí que las antiguas heridas de guerras habían sanado, creí que finalmente habíamos madurado de ese "demagogismo argento" al que tan acostumbrados estuvimos los argentinos generación tras generación, pero me equivoqué...


Cualquier persona más o menos informada, tiene conocimiento del circo mediático que armó el gobierno en torno de la ESMA y su entrega para la creación del Museo de la Memoria ¿Para qué? ¿Para que casi una semana después la señora que preside la Asociación Madres de plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, diga con absoluto descaro, después de haberse abrazado con el presidente actual: Que repudia la creación del museo de la memoria porque en él no estarán exhibidos los fusiles FAL con los que "luchaba" su hijo?


El caso lo seguí con mucho detenimiento. Presté atención a cada una de las declaraciones. Escuché como unos jóvenes, de no más de 18 años cada uno y condenados a ser eternos estudiantes facultativos, reclamaban el "no pago de la deuda" en medio del acto por la memoria. Vi a "Solita" desgarrándose una teta de silicona de dolor. Oí decir al gobierno, conjuntamente con organizaciones no gubernamentales y algunas voces de la izquierda más intransigente decir: "El 24 el pueblo se va a expresar en la calle, porque lo que estamos haciendo es respetar la voluntad del pueblo."


"Respetar la voluntad del pueblo..." ¿Cómo en 1976? ¿Cómo en 1984? ¿Cómo en el 2001, cuando pedimos que se vayan todos y todos se quedaron? ¡Déjense de joder! ¡La voluntad del pueblo estuvo plasmada ayer en el congreso en la marcha de repudio por el asesinato del chico Axel Blumberg, y de otros tantos Axel, cuya sangre fue partida a jirones por asesinos, carajo!!!

El pueblo quieres comer, educarse y crecer. Crecer significa mirar para adelante aprendiendo, desde ya, de los errores y horrores del pasado. Los muertos se honran y su recuerdo debe vivir en nuestra memoria, no los van a revivir cuatro paredes de mierda de un predio, ni el interés mezquino del administrador de turno del circo de la política argentina.

Por eso, esta mi reflexión, crezcamos de una vez, desarrollémonos como pueblo, como país, como seres humanos. Para que no haya mas muertes absurdas, tanto de un bando como del otro. Aprovechemos esta fecha para tomar conciencia de lo que realmente queremos ser y honremos la memoria de nuestros muertos de la mejor manera posible, siendo grandes de veras, para que sus muertes no hayan sido en vano.

MAJOFA®

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